80 investigadores de 30 instituciones de 18 países distintos han colaborado en este proyecto durante 5 años, que tenía como objeto secuenciar el genoma de los eucaliptos (“Eucalyptus grandis”).
El equipo de investigadores, liderado por Zander Myburg (Universidad de Pretoria, Sudáfrica), ha analizado los más de 36.000 genes que se encuentran en este árbol de rápido crecimiento.
Este logro en genética servirá para generar más cantidad y también mejor calidad de maderas, fibras y celulosas que podrían ayudar a la concepción de la bioeconomía en un futuro gracias a que esta especie de árbol, a pesar de ser originaria de Australia, es muy adaptable y puede plantarse en cualquier lugar del mundo.
Tras la secuenciar el genoma del eucalipto, los expertos confían en poder aplicar la misma tecnología a otras especies de árboles para que también puedan ser empleadas como materia prima incluyendo tanto la industria textil como la farmacéutica, como en el caso de la “celulosa química”. De la misma forma, estos materiales también podrían emplearse en el futuro como combustible para aviones, entre otros usos.
“Ahora que entendemos qué genes determinan las características específicas en estos árboles,podemos criar árboles que crezcan más rápido, teniendo madera de más calidad, usando agua de forma más eficiente y afectando menos al cambio climático. Incluso, podemos convertir las plantaciones de 'Eucalyptus' bien gestionadas en biofábricas para producir tipos específicos de materiales codiciados y productos químicos”, explica Zander Myburg a la revista Nature.
Por Andrea Rodriguez Martínez.
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