En el síndrome de Tourette habría que distinguir los síntomas anteriores de otros de carácter ‘obsceno’ que, aunque muy llamativos son poco frecuentes pues menos del 15% de los pacientes suele presentarlos. Es el caso de la coprolalia, que es una tendencia a decir palabrotas o a utilizar lenguaje obsceno de forma compulsiva e incontrolada y la copropraxia o tendencia a efectuar gestos groseros.
Estos síntomas, así como las dificultades de aprendizaje y en las funciones ejecutivas que aparecen frecuentemente, tienen un impacto directo en la calidad de vida de los pacientes por los problemas que ocasionan a nivel escolar, laboral y en las relaciones sociales.
Por Andrea Vega Refojos.
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