Un equipo de científicos del Hospital de Niños de Boston ha diseñado
una micropartícula que es capaz de oxigenar la sangre por sí sola, en caso de
que esto no sea posible de manera natural. El descubrimiento ya ha sido considerado como uno de los mayores
avances médicos de los últimos años, capaz de salvar millones de vidas.
Las micropartículas se inyectan en la corriente sanguínea de una
persona para proporcionar a la sangre el oxígeno que necesita en aquellos casos
en los que la capacidad respiratoria está limitada o incluso bloqueada por
completo. Las micropartículas utilizadas se componen de gas de oxígeno
embolsado en una capa de lípidos. Un lípido es una molécula natural que puede
almacenar energía, que actúa como parte de una membrana celular y en este caso
almacena oxígeno.
Un paciente al que se inyectan estas micropartícula puede mantenerse
vivo durante un máximo de 30 minutos después de sufrir una insuficiencia
respiratoria. Una vez inyectadas las micropartículas, estas pueden oxigenar la
sangre a niveles casi normales.
Este invento tiene innumerables usos potenciales, ya que permite que la
vida continúe cuando se necesita oxígeno y este no está disponible. Para el
personal médico ofrece un tiempo valiosísimo suficiente para evitar el riesgo
de un ataque cardíaco o una lesión cerebral, causados por la falta de oxígeno.
Por Andrea Vega Refojos.
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