El vértigo afecta al 75% de las personas en algún momento de su vida.

  Levantarse, girar la cabeza, lavarse el pelo en la peluquería o limpiar el polvo de los estantes superiores puede suponer un drama para las personas que sufren vértigo. Algunos duran solo unos segundos, otros horas y, lo peor de todo, es que llegan sin previo aviso. Pero todos coinciden en que ese tiempo resulta interminable porque es una de las peores sensaciones de su vida, más incapacitante y agobiante que el dolor más fuerte que conocen.

  Hasta hace pocos años muchas personas pensaban que el vértigo no tenía curación, que era algo que tenían que aguantar lo mejor que pudieran. De esta forma, aún hoy llegan muchos pacientes a las consultas del otorrino que llevan varios años soportando esta terrible sensación. Sin embargo, los expertos aseguran que la mayoría de los vértigos tienen tratamiento. Estos son los fármacos y en ciertas ocasiones cirugía. Según los médicos el vértigo no es una enfermedad, sino que es un síntoma que tiene una prevalencia muy alta; a lo largo de la vida, el 75% de la población sufrirá algún episodio de vértigo, aunque la mayoría son de poca intensidad y desaparecen por sí mismos.

  Hay  vértigos que duran horas e incluso días y que se repiten regularmente. Las personas que lo sufren dicen preferir la muerte a seguir con ellos; es de las peores sensaciones que existen.

Existen dos grandes tipos de vértigo: el vértigo periférico (que representa el 95% del total) y el central. El vértigo periférico se debe a problemas de órganos que tienen que ver con el equilibrio sobre todo del oído interno, aunque también cervicales o de columna. El oído interno es un órgano muy delicado ya que está formando por pequeños huesos que se encargan de trasmitir al cerebro los datos sobre la posición del cuerpo en cada momento, es decir, el equilibrio dinámico.

  En cambio el vértigo central se produce por alteraciones del sistema nervioso. Suele ser continuo, dura días y no existen alteraciones auditivas. Es el menos común ya que solo representa el 5% del total.

Por Andrea Vega Refojos.